
Mujer virtuosa,
¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras
preciosas (Proverbios 31:10).
Me prepararé para entrar en
el templo y permanecer pura y digna.
Mis pensamientos y hechos
se basarán en elevadas normas morales.
Llena tus pensamientos de virtud, y tu vida se llenará de confianza.
(Véase D. y C. 121:45.)
La virtud “es un modelo de pensamientos y de
conducta basados en altas normas morales” 6 , e incluye la
castidad y la pureza moral. La virtud comienza
en el corazón y en la mente y se nutre en el hogar; es la acumulación de miles
de decisiones y de hechos pequeños. La virtud es
una palabra que no solemos oír en la sociedad actual, pero la raíz latina virtus significa
fuerza. Las mujeres y los hombres virtuosos poseen una apacible dignidad y una
fortaleza interior. Ellos tienen confianza porque son dignos de recibir el
Espíritu Santo y de ser guiados por Él; el presidente Monson ha aconsejado:
“…sean ustedes los que defiendan lo correcto,
aunque tengan que estar solos. Tengan el valor moral de ser una luz que los
demás sigan. No hay amigo más valioso que su propia conciencia tranquila, su
propia pureza moral, y ¡qué glorioso sentimiento es saber que están en el lugar
señalado, limpios, y con la confianza de que son dignos de estar allí!
¿Qué puede hacer cada una de ustedes para ser guardiana de la
virtud? Ello comienza por creer que pueden marcar la diferencia; empieza con
establecer un compromiso.
Ser guardianas de la virtud significa que siempre serán modestas,
no sólo en la forma de vestir sino en la forma de hablar, de actuar y en la
manera en que utilicen los medios sociales. Ser guardianas de la virtud
significa que nunca enviarán mensajes de texto a los jóvenes con palabras o
imágenes que les hagan perder el Espíritu, perder el poder del sacerdocio o
perder su virtud. Significa que comprenden la importancia de la castidad porque
también entienden que su cuerpo es un templo y que no se debe experimentar con
los sagrados poderes de la procreación antes del matrimonio. Ustedes comprenden
que tienen un poder sagrado que implica la responsabilidad santa de traer otros
espíritus a la tierra para que reciban un cuerpo en el cual albergar su
espíritu eterno; este poder afectar a otra alma sagrada. Son guardianas de algo
“más [precioso] que las piedras preciosas” 8 . Sean fieles.
Sean obedientes; prepárense ahora para ser merecedoras de recibir todas las
bendiciones que les esperan en los santos templos del Señor.
La
importancia del ejemplo
Una de nuestras más importantes responsabilidades como miembros de la
Iglesia de Dios es dar un ejemplo apropiado de modestia y virtud. No sólo debemos conservar nuestra mente y cuerpo
limpios y puros, sino que debemos demostrar que consideramos sagrados nuestros
cuerpos por el modo en que hablamos, por la clase de humor del que disfrutamos
y por la literatura que leemos, lo cual es especialmente importante para los
padres y para los hijos mayores. Cuando damos un ejemplo adecuado, nuestros
hijos o nuestros hermanos y hermanas pueden desarrollar los mismos valores que
tenemos y se comportarán tal como nosotros lo hacemos.
